No pocos conocedores
juran y perjuran que un Grand Cru Pinot Noir o Chardonnay
de la Côte d'Or y Chablis, no puede ser superado por
ningún vino del mundo en plenitud, complejidad y expresión.
Aunque hoy día se cultiva el Pinot Noir y el Chardonnay
por doquier, una cosa es el original y otra cosa son las copias,
por muy bien hechas que estén. |
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A lo largo de unos 250
kilómetros, desde Auxerre hasta el sur de Mâcon,
los viñedos de Bourgogne ocupan parte de tres departamentos:
el de Yonne con el Chablis, el de Côte d'Or con la
Côte de Nuits y la Côte de Beaune, y el de Saone-et-Loire
con la Côte Chalonnaise y el Mâconnais. Las
viñas cubren unas 24.000 hectáreas.
El renombre de esta zona de producción, una de las
más antiguas de Francia, se debe principalmente a
Los Duques de Bourgogne y a los frailes cistercienses, de
los que nacieron viñedos como los de Clos-de-Vougeot
o el Romanée-St.Vivant.
Al contrario del viñedo bordelés, el viñedo
borgoñés sólo utiliza dos variedades:
la Chardonnay para los vinos blancos y la Pinot Noir para
los vinos tintos. Aunque el Beaujolais se elabora con la
Gamay. Otra diferencia importante es que, en la región
de Burdeos, – un “Cru” corresponde a una
finca determinada y puede pertenecer a una persona o a una
sociedad, mientras que, en Bourgogne, un “Cru”
es una unidad catastral y puede pertenecer a numerosos propietarios
– el Chambertin pertenece a varias decenas de viticultores
-. En Bourgogne las parcelas se llaman “climats”.
Lo que mejor define al Bourgogne es el terroir, entendido
por el conjunto del entorno natural, es decir, la interacción
entre el suelo y las condiciones topográficas y climáticas.
En Bourgogne la máxima clasificación es un
Grand Cru, reservado a unos pocos vinos, seguidos por los
1º Crus. Después están las AC Villages,
de una población y las denominaciones regionales.
CÔTE D'OR
El profano que viaja por la vía férrea Paris-Lyón
no percibe ninguna diferencia notable entre los viñedos
orientados hacia el oeste que se suceden entre Dijon y Chagny.
Sin embargo, la deslumbrante gama de los caldos de Côte
d'Or tiene su correspondencia en el complicado rompecabezas
que constituye el viñedo de esta región, que
se divide en dos partes:
- Côte de Nuits, que va desde el sur de Dijon hasta
Corgoloin, cerca de Beaune;
- Côte de Beaune, desde Ladoix-Serrigny hasta Santenay,
límite de la Côte Chalonnaise;
CÔTE DE NUITS
La Côte de Nuits, que empieza en las colinas del sur
de Dijon, es una estrecha franja de tierra con unas condiciones
perfectas para la Pinot Noir. Es una zona de tintos. Los
blancos son escasos. Bourgogne debe gran parte de su fama
a vinos como el Chambertin, el Clos-Vougeot o el mítico
Romanée-Conti, estos Grands Crus se encuentran entre
250-300 m. en abruptas pendientes. El suelo es calizo, con
una superficie, fruto de la erosión, pedregosa, caliza
y arcillosa. Es una mezcla muy correcta ya que la piedra
caliza reduce la fertilizad del rico suelo margoso.
Una mayor densidad, una vida más larga y un color
más intenso, son las diferencias que se hallan en
los vinos de la Côte de Nuits cuando se comparan con
los de Beaune.
CÔTE DE BEAUNE
Aquí, el suelo es distinto, lo que explica en parte
las diferencias que existen entre los vinos de ambas regiones.
El suelo de la Côte de Beaune, muy variado, incluye
unas tierras pedregosas, arcillosas, calizas, coloreadas
por sales ferruginosas, calizas margosas y también
margas claras.
Si bien es verdad que la Côte de Beaune produce los
grandes vinos tintos de Volnay, Pommard, Beaune y Aloxe
Corton, es también en esta región que se elaboran
los mejores vinos blancos de Bourgogne. Son los Montrachet,
Mersault y Corton Charlemagne. Los vinos blancos son finamente
perfumados; son secos y sin embargo, redondos y flexibles.
Perfectamente equilibrados, envejecen muy bien.
Los vinos tintos, están perfectamente equilibrados,
con mucha casta, muy finos, bien estructurados y de buena
crianza. Los vinos tintos de la Côte de Beaune alcanzan
la plenitud más rápidamente que sus vecinos.
MÂCON
Vino afrutado y perfumado fundamentalmente blanco, obtenidos
de un terreno arcilloso-calizo. El más famoso de
los caldos es Pouilly-Fuissé. Un vino blanco seco
que suele beberse joven, pero que diez años de crianza
no disminuyen su vigor.
BEAUJOLAIS
Es uno de esos encuentros entre suelo y uva que roza lo
místico. De la uva Gamay y un subsuelo granítico
nace un vino incomparablemente fresco, vívido, ligero
pero afrutado, susceptible de ser bebido hasta el infinito.
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