Desde 1982, Christian Moueix ha
establecido un acuerdo con la señora Marcia Smith y
Robin Lail, hijas del señor John Daniel, antiguos propietarios
de Inglenook, los cuales heredaron un viñedo de 50
Ha, situado en Yountville, en el corazón del valle
de Napa en California.
Las mejores parcelas del viñedo han sido seleccionadas
para producir un vino tinto: Dominus State. El vino procede
de cepas tradicionales de Bordeaux como el Cabernet Sauvignon,
el Merlot y el Cabernet Franc, las cuales crecen sobre un
suelo arcillo-gravoso. El equipo de dirección es americano,
sin embargo trabajan en estrecha colaboración con Jean-Claude
Berrouet y la dirección francesa. El Château
es de nueva construcción, de pequeñas dimensiones,
pero con la tecnología y prestaciones más avanzadas.
Dominus
State 1996
cata 27/02/02 IñakiBlasco
El vino era de color rojo teja bastante
evolucionado. Es un vino elegante, con una nariz en la que
predominan notas de pimienta verde y regaliz. En boca discurre
con paso firme, con suave caminar, y sin quedarse en la puerta.
Pero le falta fuerza, esa que hace a un vino goloso hasta
apurarte la copa. Si tuviera una botella en casa no tardaría
en bebérmela.
Puntuación 8,3/10
Copyright © 2000-2004 Verema Interactiva
S.L.
Dominus
State 1995
cata 15/04/02 JuanFerrer
Color rojo picota intenso, casi opaco,
con ribete cereza claro. Lágrimas gruesas y ligeramente
pigmentadas.
Aromas frutales muy potentes, ciruela negra, cassis, mermelada
de albaricoque.
Poderosos aromas calcáreos, minerales, de hojarasca
y un recuerdo lejano de boletus. Vino con muchisimo peso en
boca, con sensacion secante, y mucha estructura, al que le
faltan muchos años para madurar del todo. Requiere
copa de tamaño medio a grande y comidas de carne de
caza (pelo o pluma) salseada. Vino armonico, poderoso sin
perder un ápice de elegancia. Persistencia en torno
a las 6 caudalías.
Puntuación 9,1/10
Copyright © 2000-2004 Verema Interactiva
S.L.
NOTA DE PRENSA
Dominus
La bodega Dominus, en el Valle de Napa (California), es todo
un ejemplo de la fusión de la arquitectura de diseño
y la industria del vino en el nuevo milenio
Hoy el diseño y la arquitectura
también se beben. Consagrados arquitectos como Moneo,
Calatrava, Ghery, Mangado o Manzanares crean “bodegas
de diseño” para “vinos de diseño”
y hay que preguntarse ¿el arte va de fuera a dentro
o de dentro a fuera? Imponentes botellas vestidas con etiquetas
de ilustres pintores, grandes vinos que se sirven en copas
diseñadas para potenciar sus aromas, vinos de autor
dentro de bodegas diseñadas por genios. ¿continente
o contenido?. Son como las muñecas matrioskas, hay
que observarlas en su conjunto, unidas han formado algo que
ha dejado su huella en la cultura de un pueblo. Eso es lo
que pretenden también con las nuevas bodegas de diseño.
La bodega se confunde con su entorno,
gracias a los materiales elegidos para su construcción.
©
Dominus, en el valle de Napa en California,
es sin duda la bodega moderna por antonomasia.
Fue pensada y concebida por 3 “genios”, el director
de la bodegas francesas Château Petrus y los ganadores
del premio Pritzker, los suizos Jacques Herzog y Pierre de
Meuron. El proyecto se basó desde el principio en una
idea, que la construcción tuviese el mínimo
impacto ambiental en el área circundante. Por ello
se escogieron los materiales presentes en la zona, basalto
verde oscuro y negro, además del hierro y el cristal,
que iban a formar la estructura. Y lo consiguieron. A lo lejos,
el edificio, formado por una única pastilla, parece
emerger de la tierra, como un muro detrás de los viñedos.
Al ver la construcción, lo primero
que pensamos es en el bohemio francés dueño
de Petrus, parece como si hubiera querido meter el vino entre
guijarros, como si se tratase de una viña de Cabernet
Sauvignon de Graves, en el Garona. Pero el aspecto que desprende
el edificio tiene una explicación mucho más
lógica arquitectónicamente hablando. El mayor
problema con el que se enfrentaban los arquitectos aquí
era aliviar o eliminar el contraste térmico. Para conseguirlo
Herzog y Meuron hacen de la bodega un ente microclimático.
Las piedras, como en los viñedos de Burdeos, absorben
el calor y la humedad, manteniendo una temperatura constante
en su interior, evitando así hielos que dañen
al fruto, en este caso el vino. Las piedras actúan
como grandes acumuladores de calor, captándolo durante
el día e irradiándolo por la noche, es lo que
se llama inercia térmica.
Detalle constructivo del muro de
gaviones, mallas metálicas rellenas de rocas y guijarros
que se elevan por soportes de hierro, que se ha utilizado
para la fachada. ©
La bodega forma un parelelepípedo
de 25 por 100 metros y 9 de altura, y surge entre las viñas
como una mole cúbica, pétrea y robusta pero
totalmente integrada en el paisaje.
Sus muros son de gaviones, mallas metálicas rellenas
de rocas y guijarros que se elevan por soportes de hierro.
Esta clase de muro que aquí se ha utilizado con un
criterio estético y climático es, en realidad,
utilizado para los muros de contenciones de carreteras, lo
que nos da una idea de la polivalencia de los materiales en
arquitectura. Con ello se consigue su aspecto inexpugnable,
como un muro de roca, pero según te vas acercando y
accedes a él, sus muros se vuelven translúcidos,
permitiendo al sol acceder al interior por los huecos de las
rocas. El efecto de día es tan sobrecogedor como el
espectáculo nocturno, en el que la luz artificial interior
se escapa esquivando los guijarros e iluminando los alrededores.
(Al igual que con el calor, la roca introduce la luz del día
e irradia la artificial por la noche).
Herzog y de Meuron diseñaron una
bodega lineal, rodeada por los viñedos y con 2 accesos
en el frontal. Accesos que sirven para la descarga de uvas
y la carga de botellas. Las aberturas, 2 rectángulos
que atraviesan la bodega, son como túneles en una montaña
de roca a los que conduce un camino rodeado por campos de
vid. El recuerdo de los viejos viñedos californianos
al borde de carreteras permanece como un hecho palpable.
En el interior de la bodega se encuentran:
de un lado los botelleros donde el vino reposa; en el centro,
entre las dos zonas de paso, el área de recepción
de la uva y los depósitos de fermentación y,
en el último extremo, se encuentra la sala de crianza
en barricas.
En el nivel superior -sobre la sala anteriormente
citada- están los laboratorios, oficinas y la sala
de catas. Tras un segundo muro, esta vez de cristal y metal,
se crea un ambiente sobrio y elegante en el que se puede ver
una clara influencia de Mies van der Rohe. El cubo de piedra
se abre al viñedo entre la fragilidad y limpieza de
los muros de cristal. La luz entra aquí sin trabas
y se domina el viñedo.
Antiguos materiales con líneas
modernas, el concepto del viñedo y la bodega tradicional
con la funcionalidad del diseño, principios básicos
y nuevas tecnologías se funden y confunden en la bodega
más moderna e integrada con el viñedo, formando
un solo concepto “El Domaine” que une tierra,
viña y vino.
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2004 MASDE.COM
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