Armonía conseguida
La Maison solo ofrece grandes añadas de champagne.
Dom Pérignon Vintage se elabora exclusivamente a partir de las mejores uvas de un único año, reinventándose a sí mismo mediante la interpretación del singular carácter de las estaciones y atreviéndose a no elaborar un Vintage si la cosecha no cumple las elevadas expectativas.
Tras un mínimo de ocho años de crianza en bodega, el vino alcanza el equilibrio perfecto que representa Dom Pérignon, su mayor promesa. Así es Dom Pérignon Vintage: la plenitud de la armonía.
2010: EL DESAFÍO DE LA COSECHA
2010. El invierno fue riguroso, la primavera seca y tardía. Después de una década particularmente soleada, tal frescor resultó sorprendente. El verano fue caluroso, pero no excesivamente. Solo dos días de lluvias torrenciales trastocaron esta trayectoria ideal. En pocos días, la brotitis se desarrolló en las uvas, principalmente en las pinot noir.
Esto desencadenó una carrera contrarreloj: las vides aún no estaban completamente maduras, pero había que tomar una decisión. Rápidamente. Dom Pérignon desplegó todos sus recursos para trazar un mapa preciso que delimitara la madurez y el buen estado de cada parcela de su viñedo. Cada minuto contaba.
Este planteamiento experto de la situación permitió salvar excelentes parcelas de uvas pinot noir. Superamos el desafío: Dom Pérignon declaró esta cosecha “salvada de las aguas”. Dom Pérignon Vintage 2010, fruto de la intuición y la maestría.
NARIZ
La dulzura luminosa de la fruta tropical (mango verde, melón, piña) brilla al instante. Después cede a notas más templadas, el cosquilleo de la ralladura de naranja, la niebla de una mandarina. El vino respira, revelando su frescura. La flor después de la lluvia. Una sensación táctil de peonía, jazmín y lila.
BOCA
El vino impone de inmediato su amplia presencia, plena y masiva. Una sensación delicada domina puesto que lo táctil es rápidamente superado por lo aromático. El cuerpo se despliega generoso, firme y controlado. Después se contrae, dejando que el vino vibre con especias y pimienta.
La energía se mantiene hasta un acabado salino centelleante.